La mayoría de las personas con sobrepeso consideran que para ponerse en forma requieren de invertir una buena cantidad de dinero en píldoras para adelgazar, tratamientos reductivos, cirugías, dietas costosas o largas jornadas de entrenamiento en el gimnasio. La realidad es que todo mundo puede perder peso sin gastar dinero e incluso sin hacer ningún tipo de esfuerzo, simplemente enfocándose en su objetivo y haciendo un par de cambios en su estilo de vida.
De hecho, cuando nos proponemos a modificar algunos comportamientos en nuestra rutina diaria, podemos mejorar nuestra autodisciplina y convertir todos esos malos hábitos de alimentación y comportamiento, en hábitos saludables que tienen un impacto tremendo en nuestra calidad de vida. El mejor aspecto de esto es que conforme vamos madurando en la autodisciplina, los cambios en nuestra alimentación se hacen menos difíciles al grado que lo que antes era un sacrificio, después ni siquiera será una tentación.
Si quieres bajar de peso sin gastar dinero, aquí hay algunos consejos que te pueden ayudar a conseguir tu objetivo de mantenerte en forma y mejorar la calidad de vida:
- Olvídate de la comida rápida; no comas en ninguna cadena de comida rápida
- No comas antes de ir a la cama, al menos dentro de 3 horas antes
- No bebas nada que no sea agua o té verde durante el día, de lunes a viernes
- No bebas bebidas carbonatadas
- No comas pan blanco ni postres
- No comas otra cosa más que fruta en el desayuno
- No comas hasta sentirte “relleno”
- No debes comer más de 4 veces por día
Como puedes ver, todas estas recomendaciones para perder peso sin dinero y esfuerzo, solo requieren de hacer pequeñas modificaciones en nuestro estilo de vida. Se trata solo de modificar nuestro comportamiento a alimentarnos, evitar aquellos alimentos que nos provocan el sobrepeso y por supuesto también se trata de la autodisciplina, de ser conscientes que no solo se trata de un tema relacionado con la apariencia, sino también con nuestra salud, con la posibilidad de hacer cosas que nos gustan, jugar con nuestros hijos, correr con ellos en el parque, incluso disfrutar plenamente de nuestra vida sexual.